¿Cómo funcionan los vinilos?

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Con el auge de la música digital y el comeback de lo vintage y lo retro, los vinilos se han vuelto a poner de moda, especialmente en las generaciones más jóvenes que han nacido sin conocer este tipo de medio. Por eso, en esta entrada explicamos cómo funcionan los vinilos, cómo se "mete" la música en cada disco y cómo sale ésta de un reproductor de vinilos.

¿Cómo funciona un disco de vinilo?

Los discos de vinilo, también conocidos como vinilos a secas, constituyen un formato muy antiguo de reproducción musical, ya que, lejos de lo digital y lo tecnológico, su funcionamiento se basa en dos métodos, uno mecánico y otro físico, para la reproducción de música o los sonidos que se almacenan en ellos. Para saber cómo funciona un disco de vinilo debemos atender a estos pasos:

1. Grabación de música en un vinilo

El primer paso para conocer cómo funciona un disco de vinilo es familiarizándonos con el proceso de grabación. Para grabar música en un vinilo el sonido se convierte en una señal eléctrica usando un equipo de grabación, uno o varios micrófonos, resultando así en una señal que se modula para representar la amplitud y la frecuencia de sonido, así como sus diferentes variaciones. Todas las ranuras o líneas que podemos ver en ambas caras del vinilo están realizadas por la máquina de grabación, controlada por la señal que emitiríamos previamente a través del equipo de grabación o los micrófonos, y corresponden a una canción o pista.

2. Construcción y material de un vinilo

Los discos de vinilo están hechos de un plástico conocido como PVC o cloruro de polivinilo, el cual se moldea hasta convertirlo en un disco plano con un agujero en el centro. En la superficie del vinilo, normalmente con dos caras para distribuir las pistas, la cara A y la cara B, encontramos las líneas, ranuras o surcos, que es donde se almacena cada información de audio, lo que conocemos como canciones.

3. Reproducción de un vinilo

Para reproducir un disco de vinilo debemos colocarlo en un dispositivo conocido como tocadiscos, aquí es donde ocurre la magia mediante cuatro momentos. El primero, al depositar el disco en la bandeja giratoria, a una velocidad constante -las velocidades estándar son 33 RPM, 45 RPM y muy antiguamente 78 RPM, esto es, revoluciones por minuto.  El segundo, mediante una aguja situada en el "brazo" del tocadiscos, a menudo fabricada de diamante, zafiro o cualquier otro material duro, que colocaremos en cada ranura, se reproducirá la pista que deseemos... ¿Pero cómo? Aquí entra en juego el tercer momento, el de la transducción mecánica, es decir, la reproducción de la pista a medida que el vinilo gira, lo que nos lleva al cuarto y último momento, la generación de una señal eléctrica, es decir, una recuperación de lo que se registró durante la grabación en el paso primero.

4. Amplificación y reproducción de un vinilo

La aguja del tocadiscos, también conocida como cápsula fonocaptora, emite señales muy débiles que necesitan ser amplificadas; para ello se envían a un amplificador que posteriormente se envían a altavoces que aumentan su potencia, convirtiéndose en vibraciones sonoras, o lo que todos conocemos, canciones y música.

Ahora que ya conoces más acerca de los vinilos y su funcionamiento, recordamos que la música que sale de ellos y la tecnología a través de la cuál funcionan es analógica, por lo tanto, no obtendremos siempre la misma calidad de audio, ya que hay factores que pueden alterar la forma en la que lo escuchamos, ya sea el equipo de reproducción (tocadiscos), o el desgaste del vinilo. Sin embargo, cada vez son más las generaciones jóvenes -así como las mayores- las que encuentran el gusto por esta manera de escuchar música, ya que posee una calidad auténtica y única que a día de hoy no nos pueden proporcionar las plataformas digitales y los evolucionados dispositivos tecnológicos.