Vivimos en una época digital en la que los géneros -y no solo los musicales- parece que van teniendo cada vez menos sentido. La tendencia actual por combinar y fusionar distintos estilos en cuanto a ritmos, bases, estructuras o instrumentos en la música se ha implantado con fuerza, agitando las mentes no solo de los que trabajan en la radiofórmula sino también de los puristas que defienden que hay géneros musicales que son intocables o que, según no sé quién, pertenecen solo a un colectivo.
Hoy venimos a hablaros sobre "World Music", también llamada "música del mundo" o "sin fronteras". Se trata de un género musical contemporáneo que nació en los años 80 y que pretende integrar en una categoría a toda la música tradicional, folclórica, popular, étnica y local de ciertas zonas o culturas que apenas han visto visibilización por parte de la industria. Es decir: etiquetas y más etiquetas. Ahora bien, ¿estamos ante un término inclusivo que lucha por reivindicar ciertas músicas que no eran representadas, o es un cajón de sastre que solo busca el beneficio económico a costa de "lo exótico"? Abrimos debate.
Por un lado, están los detractores hacia esta nueva etiqueta. Algunos artistas o sellos afirman que es un término que "está muerto" o, al menos, anticuado. Y no solo se refieren al "World Music", sino a cualquier género musical. Según ellos, si nos olvidáramos un poco sobre qué música toca X artista y qué música no, tendríamos festivales más variados y libres de prejuicios o etiquetas. De hecho, defienden que categorizar este tipo de músicas en un concepto produce el efecto contrario al supuestamente buscado: distanciarnos más entre "nosotros" y "ellos".
Según los que apoyan la existencia de "World Music" dentro de las playlist de Spotify o de los catálogos musicales, es un estilo muy necesario que expone o visibiliza "la música de raíz". Para muchos, es una oportunidad única para que muchas personas diversifiquen y abran su oído musical, conociendo nuevos ritmos y melodías que, en un primer momento, pudieran parecerles ajenas.
Quizás "World Music" sea un término incluso desconocido para ti. Pero, como ya hemos señalado, cada vez está más presente en las bocas de no solo musicólogos u oyentes, sino también de artistas consolidados como Madonna. La reina del pop podría parecerte, a simple vista, como el ejemplo de exponente de música comercial por excelencia. Y puede que así lo fuera hasta hace poco. Pero con la publicación de su último trabajo, "Madame X", Madonna ha incluido toda una serie de ritmos, instrumentos e incluso lenguas procedentes de lugares tan remotos para ella como Portugal. Para ella, este disco es un canto a esta "World Music" de la que hablamos. Y, para mucha gente, lo que dice Madonna, va a misa.