Anthony Dominick Benedetto, más conocido como Tony Bennett, es uno de los cantantes más longevos del panorama musical estadounidense y una inagotable fuente de inspiración para muchas generaciones de artistas. Nacido en 1926 y profesionalmente activo, con algunas intermitencias, desde 1957, Bennett posee un estilo propio e inconfundible que muchos analistas consideran que desaparecerá con él. Eternamente comparado con Frank Sinatra, el artista neoyorquino sigue sumergiéndose en giras y conciertos por todo el mundo con una vitalidad que impresiona a propios y ajenos.
Desde luego, resulta difícil calificar a Bennett como cantante. Su variedad de registros es inmensa, fruto de numerosos cambios a lo largo de su dilatada carrera profesional. El blues, el swing, el jazz, el pop e incluso el country son solamente algunas de las corrientes por las que el músico estadounidense ha ido pasando a través de los años. Un periodo de casi sesenta años durante el cual Bennett ha probado fortuna incluso en la gran pantalla.
Con todo, la discografía de Bennett no es tan amplia como cabría pensar por sus años de actividad. Dieciséis álbumes de estudio conforman el núcleo duro de su aportación al mundo de la música, aunque sus actuaciones más memorables y populares consisten en el versionado de temas clásicos. En los últimos tiempos ha hecho alarde de una energía inusual en una persona de su edad, grabando un disco de dúos con Lady Gaga (Cheek to Cheek, 2014). No sorprende que las entradas de sus conciertos se agoten con facilidad.
