Después de años llevando vidas disolutas centradas en el egoísmo personal, estos tres individuos que habían acumulado riqueza y posición bajo el nombre de Doctor Explosion, acaban cayendo en el abismo más oscuro de las drogas y el alcoholismo. Una década entera hormonándose para no perder pelo y una rocambolesca operación de cambio de sexo en Vietnam, donde les estafan hasta el último euro, les lleva a conocer al padre Joaquim. En unas convivencias en Garabandal, para ex famosos con problemas de autoestima, empiezan a cultivar el autocontrol y la espiritualidad, y ya solo tomaran zumos prensados en frio. Un buen día cansados de fracasos amorosos y habiéndolo meditado profundamente, hacen voto de castidad e ingresan en una orden religiosa. Es ahora en 2016 cuando Sor Félix, Sor Varo y Sor Jorge, que han pasado 15 años apartadas de los escenarios, llaman la atención de un promotor de espectáculos que las convence para participar en un certamen en Benidorm. Ellas acceden de buen grado a volver al mundo de la música con la única condición de dar todo el dinero a los pobres. Y así es como nace este hermoso proyecto, bajo las siglas de Las Munjitas del Fuzz. Nombre sacado del pedal de sonido que utilizan en sus recitales. Las Munjitas del Fuzz, consagradas al señor en el Garage y fieles a los orígenes musicales que las unieron en 1989, nos presentan este proyecto pastoral en el cual a través de sus salmos, verdaderamente comprometidos con una recta moral tradicional católica, nos dan su particular visión de un mundo falto de valores donde la frivolidad atea, el sexo pecaminoso y la espiritualidad misma, serán los temas con los que estas simpáticas religiosas aborden las grandes cuestiones de nuestro tiempo.
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